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S'estan mostrant les entrades d'aquesta data: octubre, 2013

30 DE OCTUBRE

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Pupilas de frió, la mañana, qué miércoles, de lágrimas y ausencia. Él ya no está, las hojas de otoño han elevado su alma al cielo y, desde arriba, con la fuerza de los abrazos inmortales, se despide de amigos y familiares. Una separación ahogada por el llanto doloroso de la pérdida, de los adioses involuntarios, de las brechas insalvables. Se ha ido, allí tan alto, convirtiendo su corazón en estrella, allí donde los ruidos se desvanecen, donde la quietud es compañera del sueño eterno; allí donde nada se mueve, donde nada late, donde el pensamiento es piedra callada. Y entorno a ese silencio infinito, el dolor conmovedor de los que aman, de los que sienten el cuchillo clavado en el pecho, de los que luchan contra la única verdad desoladora de la vida. En la lejanía, el viento suena. El viento que en silencio acompaña la luz de la vela, el cristo crucificado, los rezos, el cuerpo reposado, los rostros enlutados, los temblores descontrolados, las flores privadas de belleza. El viento t

OJOS

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Un simple gesto apenas perceptible y tus ojos se colgaron en mi alma. Tu mirada me pesa. Esos ojos, tus ojos, los ojos que miro, que recuerdo, los ojos que me han zarandeado la inspiración; esos por los que la creación se ha asomado a mi ventana y ha removido mis mañanas. El pensamiento, altar de lógicas y raciocinios, hoy alberga la chispa de tu mirada. Ojos castaños, penetrantes, despiertos, que encienden mi otra realidad, la fantasía de unas letras desperdigadas en un trozo de papel. Ahora y aquí creo un mundo con tus ojos, mañana, no lo sé. Ojos de mañanas nubladas, de atardeceres rojos, de noches encantadas. Ojos que viajan entre nubes pasajeras leyendo historias inventadas. Convertida en la dueña de tus ojos, miro con ellos un nuevo amanecer y los paisajes sombríos se hechizan con el encantamiento de ésta nueva melodía. Soy la que mira, la mirada discreta, distante y callada. Yo soy la mirada silenciosa. Miro mis ojos y al mirarlos veo tu chispa acomodada dentro de mi

OCTUBRE

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Octubre. Octubre es una hoja durmiendo en el suelo. Octubre es un caballero devorado por sus miedos. La frialdad de los hombres remite a un mundo repleto de hostilidades. De dónde vienen los hombres, ciudadanos exentos de emociones. De dónde vienen, cada octubre, los caballeros con armaduras oxidadas, qué tinieblas traen en su mirada, hacia dónde dirigen sus pasos. Una insensibilidad extendida por el universo, se refleja en sus gestos. Octubre, lluvia insistente bajo los pies de la humanidad, espada masculina para un mundo deshumanizado, lenguaje salvaje de lluvia, lenguaje de todos los inviernos, escritura furiosa que tiñe de desafecto los bellos sentimientos del mundo. Octubre, oscuridad de luces solidarias, caducidad de actos heroicos. Octubre pinta de color amarillento las esperanzas. Octubre artificioso como un rascacielos, como un cuchillo afilado, que desmigaja a la existencia de toda trascendencia. Octubre se viste altivo entre castañas de vida y calabazas de muerte. Otoño.

LES JOGUINES DEL MÓN

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Les joguines del món, El món s’ha convertit en una gran caixa de joguines i, nosaltres els humans ens dediquem a jugar. Juguem amb l’ordinador portàtil, amb la tablet amb l’IPhon.... Durant hores i hores acaronem pantalles tàctils amb més assiduïtat que una cara o una mà humana. Ens tanquem a casa nostra amb aquests objectes manipuladors que ens fan deixar de sentir la necessitat de sortir al carrer i cridar algun que altre per què. I mentre deixem que la nostra mirada s’introdueixi dins de fibres òptiques i jocs de caramels deixem de sentir els crits d’auxili dels pilars públics de la societat. Una atracció tecnològica que ens impedeix gaudir del paisatge verd que deixem darrera de la finestra del tren, de la mirada bella d’algun desconegut, de la privatització de la sanitat, de l’empobriment educatiu... I així, a través d’aquesta seducció fatal, en la què estem immersos ens oblidem que vivim en una societat on tot està programat, orientat envers determinats interessos econòmics, f

LAS MANOS

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Las manos son eslabones. Vínculo, contacto humano. En el trabajo, las manos son eslabones que unen, que comunican, que proyectan. Manos de mujer y de hombre. Pero en la vida social vamos separándonos y desvinculándonos con las manos, con los ojos, con las palabras. La colaboración se fortifica a través de las manos solidarias, que tocan y acarician la sensibilidad de cualquier gesto. Manos jóvenes, suaves y delgadas, venideras en manos de futuro, cansadas, envejecidas, convertidas en surcos de experiencias olvidadas, manos de luz y de sombras. Manos que sienten cuanto tocan, que perciben lo que un roce les anuncia. Las manos acarician en el rostro y a veces, al cerrar los ojos, las manos se vuelven observadoras, como focos luminosos que alumbran los misterios de la vida; sin manos, para tentar el mundo, las formas se desprenden de toda bondad y transparencia. Las manos esa caricia suave que llega fuera del tiempo, esa piel que despierta los sentidos, que resucita los recuerdos y tr

CORTAR UNA SANDÍA

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Cortar una sandía, dejar caer las pepitas como si fuesen los pequeños o grandes infortunios de ésta caótica cotidianidad. Saboreo una sandía sin pepitas y mi presente se vuelve feliz. Un trozo de dulce melón de agua pigmentando el perfil de mis labios. El néctar de la sandía ha iluminado mi mirada y mi verano otoñal se ha colmado de hojarasca vivaracha; su sabor, su olor, se han dispersado por todo mi cuerpo, y con el grato dulzor en los labios aprendo un poco más sobre la brevedad de la vida. Llevo en mi interior su marca impregnada, azúcares y licores que transformaran por siempre mi deambular. Comer un trozo de sandía y penetrar en el bosque del placer, en la selva azucarada del deseo. Cómo no aplazar por un segundo el amargor de la indiferencia social, el capitalismo feroz, la injusticia del copago, las atrocidades poderosas de banqueros, financieros y otros personajes sin más. Rojo, rojo de sandía, de lucha, de ideología inquebrantable para el paladar de una sociedad hipnotizad