LA PROFESORA DE POLÍTICAS

Ernesto Picadillo, es de Badalona; un chico delgado, pacifico, de cara ovalada, nariz griega, pelo corto rubio, pequeños ojos azules, y una dentadura blanca como el nácar, de joven atractivo. Un aire picaresco recorre toda su cara. Hoy comienza el curso universitario, con subida de tasas y reducción de becas, incluidas. Picadillo se gira y se encuentra con la mirada risueña de su compañero inseparable de Facultad, Gines Gordillo, un chico robusto, inquieto, de cara redonda, nariz romana, pelo negro rizado, grandes ojos negros y un engrescador sentido del humor. Ambos están cursando el último curso de Ciencias Políticas. Ernesto y su amigo, un año más, se vuelven a sentar juntos. La clase es reducida. Tiene el techo y las paredes pintadas de blanco impoluto, en la pared central una gran pantalla con proyector incorporado sustituye la vieja pizarra. Los estudiantes llenan la clase; aún no ha llegado la nueva profesora. Los alumnos conversan animadamente. No pasa mucho tiempo ...