EL ARMARIO EMBRUJADO
El armario embrujado, Abro las puertas del armario, de par en par, decidida a hacer una limpieza general. Meteré en bolsas la ropa que ya no utilizo, y después cogeré la ropa que puedo regalar; las llevaré a Caritas o a la parroquia de La Salud , y las estropeadas y en mal estado irán directamente al contenedor. Saco la ropa, la coloco con delicadeza encima de la cama y empiezo a seleccionar prendas de ayer y de hoy. Cojo un jersey que hace exactamente ocho años que no me pongo, pero me trae tan buenos recuerdos. Y lo acarició y al hacerlo veo sus pequeños ojos azules, sus piernas encorvadas y sus cortos cabellos rubios. Lo dobló cual reliquia histórica y lo vuelvo a guardar. Cojo una falda que no me puedo abrochar, pero pienso que después de la dieta primaveral me la podré volver a poner, así que la vuelvo a conservar. Me pruebo un abrigo que compré en un mercadillo de Santa Fe, y lo encuentro un poco estrecho, seguro que si le quito las pinzas de la espalda quedará perfecto. ...