MI COJITA

Mi cojita, Pienso en aquella muñeca y me traslado a la época de la niñez. Siento nostalgia. Recuerdo los cromos, los sobres sorpresa, el proyector de cinexin, la Mirinda de naranja, la canción de Los Diablos: Un Rayo de Sol; a mi madre tendiendo ropa blanca en el terrado comunitario y el huerto urbano con sus tomates y sus escarolas. Eran finales de los sesenta. No teníamos demasiadas cosas materiales pero la sencillez ocupaba un lugar privilegiado en nuestra vida cotidiana. Vivíamos en la plaza Badalona con la hermana de mi madre, mi tía María y mis primos, Francisco y José Antonio. Justo enfrente del bloque donde vivíamos existía un huerto urbano donde l@s niñ@s nos colábamos a jugar. Cierro los ojos y veo mi muñeca. Su pelo rubio recogido en dos trenzas y un flequillo recto hasta la altura de sus redondos ojos marrones. Mi muñeca lleva un vestido de lana con cuadros escoceses rojos; creo que ese es el motivo por el que me gustan tanto las zapatillas de franela con cuadros ingleses...