CARTAS DE AMOR

CARTAS DE AMOR

Hola amigo,

¿Crees ahora en mi tesón? Esa es la fuerza que me empuja cada día hacía ti. Ya sé que no puedes creer en mis ojos puesto que no los ves, que no puedes creer en mis labios puesto que no los besas, que no puedes creer en mis manos puesto que no las acaricias, pero yo te pido que creas en estas palabras vestidas de encanto y de alegría cada vez que las leas. Palabras engalanadas de melodía para acortar la distancia que me separa de tu mirada.
Si aquel día me despertaste el alma, no es sólo porque, como se dice, me sentí atraída por ti, sino porque tú y yo amábamos las palabras y esa afición tan profunda me acerco a ti de manera inexplicable. Y desde aquel día es a ti a quien hablo cundo me despierto, cuando camino, cuando invento, cuando ...
A mi alrededor los objetos permanecen en silencio, i es tu voz oculta la que me acompaña. Tú, mi silencio! En este tiempo de nocturnidad, dejo que mi pensamiento fluya una vez más en una hoja de papel, y una tras otra, voy escribiendo fragmentos de un pasado que sé con certeza, jamás volverá. Has poblado tanto mi vida en estos años que si cierro los ojos y no pienso en nada, en esa nada, aparecen tus ojos y tus manos. Ayer, cuando me dormía, desperté sobresaltada y quede un poco acongojada pensando en ti con ternura y también en mi y en como nunca volveríamos a encontrarnos.
Sé que debo resignarme a conjugar el verbo escribir para encontrarte y hablar contigo, a repetir por milésima vez que nunca nadie me ha inspirado como tu, que aunque no te vea, te siento y quiero que sepas que te admiro, que te respeto, que me diviertes, que me emocionas y que te aprecio. Que mi mundo interior no tendría sentido sin ti, me deprimiría y estaría triste sino pudiera encontrarte en ese espacio ilimitado e irreal.
Me gusta saber que estás allí, lejos, inalcanzable, como las estrellas en el cielo. Si en algún momento te preguntas por esta relación especial, la respuesta es: “una manera de ser” es la única respuesta que puedo encontrar; hay territorios más allá de la inteligencia y fuera de toda lógica que establecen sus propias reglas y sus propios polos de atracción.

Mi buen amigo, continúa siendo mi regalo.