LA PALABRA MAGICA

Tu recuerdo se cuelga alrededor de mi cuello como si fuese un fino pañuelo protegiéndome del frío, late al compás de mi corazón en el silencio ruidoso de voces, lejanas y extrañas, que ya no recuerdan. Y en este momento no puedo nombrarte, sólo puedo pensarte desde mi silencio secreto, ese que guarda mi boca y que despacio se traga tu nombre. Y al hacerlo, convierto las letras de tu nombre en sentimientos y me siento llena de ti en la lejanía, llena de un alimento para el alma que transforma el color de mi piel, el brillo de mis ojos, de tal forma que me siento silbando, cantando, bailando como alegre mariposa y llevando entre las manos el aroma de la alegría; y percibo tu mirada sobre la palabra mágica enredada en mi cuello, transparente, limpia, atravesando mi piel con olas de agua salada, y te convierto en mi genio, en mi lámpara, en mi inspiración, en mi cuaderno, en mi pluma, en mi letra y te hago tan real como las ganas de bailar que me cosquillan por debajo de los pies y me siento feliz, en este momento, por recordarte, por haberte conocido, por hoy, por siempre, por todos los días que me hablen de ti.
Badalona, 14 de diciembre de 2012

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