¿FUMAR O NO FUMAR?

¿Fumar o no fumar?

Hace unas semanas estaba cenando con unos amigos en el restaurante "Talos platja" (Paseo marítimo n. 5- Badalona) cuando escuché algo que capto mi interés, y al momento recordé la famosa frase de DiCaprio: “Caballeros, primero tenían mi curiosidad, ahora tienen mi atención”. Una mujer que se encontraba de espaldas hacía la mía, compartía con sus amigas que ella no sale con hombres que fuman, que lo aplica como criterio de eliminación inminente. Oí como el resto de sus amigas avalaban su postura. Ninguna sale con hombres que fuman. Y mi sorpresa fue in crescendo, cuando una de ellas declaro que se había bajado una aplicación del móvil, para quedar sólo con hombres que practican running y comen ensaladas desestructuradas. Pensé que el mundo se estaba girando al revés, y que pronto encargaríamos una pareja a medida al Sr. Google.
Yo he sido fumadora, ahora soy ex fumadora. Me alegra haber podido eliminar ese hábito nocivo de mi vida. Ahora soy consciente como el olor a tabaco no pertenece a la categoría de los aromas estimulantes. No obstante, tengo que confesar que nunca ha sido un impedimento para valorar las sombras masculinas. Creo que si empiezas vetando a alguien por fumar, luego puedes ir ampliando las categorías y acabar por no salir con chicos Escorpión, zurdos, pelirrojos o del Barça. Es lógico que cada cual tenga sus propias preferencias. Aplicarlas antes de cualquier conocimiento es otra historia. Y así, poco a poco, disimuladamente entre selfies y mirarnos cada vez más el ombligo, andamos veloces hacia ello.
Pocos días después de aquella cena, me encontré por casualidad con el artículo de la doctora Wiebke Neberich, doctora en psicología de las relaciones personales por la Universidad Humboldt de Berlín. La doctora Neberich ha estudiado el apetito sexual, la personalidad y las relaciones de los solteros españoles a través de un portal de búsqueda para parejas. Según el estudio, por un lado las personas solteras son más sociables y aventureras, al confesar el 60 por ciento de los no fumadores que prefieren una vida tranquila sin sobresaltos. Ante esta afirmación la doctora señala que los fumadores disfrutan más de la comunicación con otras personas y estar rodeados de gente, les produce placer mientras fuman. Ya lo decía la canción: “fumando espero…”. El estudio también recoge que la cantidad de personas fumadoras con un gran deseo sexual está tres puntos por encima que los no fumadores, lo que Neberich explica diciendo que son personas más hedonistas y más orientadas a obtener placer. Además, poseen un menor nivel de frustración y son estrategas a corto plazo, disfrutando del momento y no de las consecuencias a largo plazo. Por tanto, ellos perciben las necesidades sexuales de una manera más intensa y fuerte. Parece ser que según este estudio los fumadores tienen una vida sexual más activa. Pero sólo un tanto por ciento muy bajo de los fumadores aceptaría sin problemas que su pareja fuese fumador habitual, mientras que los solteros no aceptarían como máxima que su pareja fumara un cigarrillo a la semana.
Recuerdo a las mujeres de la liga antitabaco y, pienso que no andaban tan desencaminadas en sus afirmaciones. Miro por la ventana, me fugo y en mi huida me acompaña la canción de Joaquín Sabina: “No hago otra cosa que pensar en ti”.   


Badalona, 26 de febrero de 2015

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