LA CELEBRACIÓN
La celebración,
Vuelvo de la fiesta, ordenador, vuelvo del tiempo, todo
alegre y hermoso, y te encuentro aquí, en las entrañas de las redes, en el
interior silencioso de la noche que calla. Porque, cuando cerca, te siento
siempre, abierto a recibir todo lo que vivo, siento y experimento, y basta
verte ahí tan quieto y atento, para que te conviertas en el amigo cálido y receptor
del mundo que gira a mi alrededor.
Celebración, fiesta, cumpleaños, regalos, amigos,
licores, bombones, todo aderezando el alimento apetitoso de una amistad reconquistada
con los años. Cuando te escribo a ti, a tus ojos blancos vigilantes en la
noche, a tu voz que calla sigilosamente, siento que apunto hacía las estrellas
y te acaricio. Qué entrañable afuera, ordenador, qué reunión de amigos de
juventud, manos entrelazadas, tiempos compartidos, años acumulados; momentos esféricos,
perfectos, afianzando la provisionalidad de la vida.
Qué bien el encuentro. La celebración, el festejo, la
gala, la fiesta, compartir ese ingrediente de unión y camaradería, de risa y
juego, que nos acerca hablando, participando, soñando dentro de la morada amiga.
La tarde encontró su joya. El ordenador, el placer, los amigos. El silencio del
ordenador es provocador. El ordenador, el cumpleaños, los amigos, las amigas.
Manos que acarician tiempo, minutos que se deslizan y escapan por la casa, por
la ciudad, dentro o fuera del coche, lentamente por el edificio interminable de
la amistad.
Sandra, Paco gracias por amueblar la tarde de domingo,
con gestos, con palabras, con sonrisas, con ternura, con generosidad, haciendo
que la suma de esas instantáneas dispare de nuevo la imagen inabordable de
nuestra querida amistad.
Badalona, 22 de marzo de 2016
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