EL JUEGO


El niño en la habitación roja de los juegos, en manos de la diversión, contento, divertido, abstraído, ilusionado, el niño entre juegos e imaginación. Los juguetes han llegado a su vida de la mano del aprendizaje. El niño, mi pequeño, está ahí sentado, expectante, con los ojos abiertos, despertando la valentía del descubrimiento, a otro nivel, dejando que su imaginación construya aviones de papel, que viaje en locomotoras de cartón, que pinte muñecos de algodón. Me detengo en la visión del niño entretenido, y lo veo tranquilo, rasgando superficies que ocultan submundos. El juego dispersando sus raíces en la mente candida del niño, para que en la edad adulta, ese placer forme parte de su piel. Cogido entre las manos el juguete, mirado de cerca por la curiosidad, al niño se le abren los ojos ante el misterio del objeto deseado, se le reblandecen las manos, y le llega a los oídos, el silbido del tren, la sirena de la ambulancia, la risa del payaso, y en ese mundo de juegos inocentes, hay siempre un niño feliz, que ríe, que degusta sin saberlo el sabor de una felicidad vestida de caramelo.

Badalona, 28 de noviembre de 2013

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