LA LLUVIA
Llueve y dejo que la
lluvia moje los dedos con palabras. Llueve torrencialmente. Te pienso y siento
como el recuerdo humedece la boca. Abro el paraguas y bailo hechizada de
baldosa a baldosa. Amor y lluvia, amor y recuerdos, amor y rebeldía. Llevo el
paraguas muy alto. Me pongo de puntillas e intento tocar el sol para que
despierte, y el día gris se vista de azul.
La lluvia, la lluvia.
Todavía la lluvia, en mi vida, en ratos de soledad, en este abril recién estrenado,
la lluvia, pregunta cosas que no puedo responder, que no sé responder, calándome.
La lluvia, dibujando la mañana con silueta delicada, limpia el mundo, de su
amargo penar. El frescor ligero y transparente de la lluvia, esa nube
despistada que me empuja a mariposear, llenando ausencias que son imposibles de
alcanzar. La lluvia, sonido que gotea en la ventana, precipitando la voz clara
de un nombre. La lluvia, llena de gotas que gimen. La mañana acompañada por la
lluvia, y yo, sola, desnuda, callada, encantada por pequeñas partículas acuáticas.
Llueve y dejo que la lluvia cale mi corazón.
Badalona, 1 de abril
de 2016
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