EL TULIPAN

Se le fue aflojando el turbante y sus pétalos moribundos cayeron encima de la mesa. La respiración era entrecortada y débil. Iba a recogerlos cuando su tallo me agarro la mano, y me dijo: - espera un momento antes de darme sepultura ¿Quieres qué te cuente un cuento?- me preguntó. Me senté en un taburete y escuche su relato. Había una vez un joven persa llamado Farhad que estaba profundamente enamorado de la doncella Shirin. Un día el joven tuvo noticias de que la joven había sido asesinada (pero resultó ser sólo un falso rumor), destrozado montó en su caballo, y galopó hasta un acantilado desde donde se lanzó para suicidarse. De sus heridas y gotas de sangre, nació un Tulipán, como símbolo del amor verdadero, aquel amor que el joven sentía hacia su amada.
Hoy, mi tulipán fucsia, el del amor eterno, ha fallecido, sus pétalos arrugados ya descansan en paz. Recojo sus hojas disgregadas, su belleza marchita. Nos despedimos. Lo entierro junto a la tierra del olivo, quizá agarre y vuelva a renacer en otra primavera. Adiós flor del amor, perenne y vivaz.
Mi jarrón se ha quedado viudo. Ya nada le da vida. Despedirme y desprenderme. Adiós a su personalidad, a su fragilidad, a su breve felicidad, a su afecto, a su energía, y a su color atrayentemente artístico. Mi tulipán con alas de ángel ya ha alcanzado el cielo, ya brilla con luz propia, veis la línea fucsia que cruza el firmamento, son sus huellas, ya adorna el cielo y lo recrea. Loco tulipán de abril, pintoresco el jardín que  has sembrado entre las nubes.

@paraulesambaroma

Badalona, 14 de marzo de 2017


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