ENREDADA

El presente se me enreda con el pasado, el calor con el invierno, la playa con la nieve, pero revivo en la amplitud de tu intensa mirada el sabor de algunos momentos compartidos. En este mundo veloz y cambiante, me fascina, la perpetuidad de ciertas obstinaciones, el que una voz siga murmurando dentro de mi cabeza las mismas carcajadas de ayer. Es fascinante escuchar el sonido de esa voz cayendo precipitada por el volcán de mis neuronas.

Qué juego de testarudez es éste. A qué suena el poder de un hombre, cuya voz, cuya sonrisa, cuyo corazón se expresan cada día. Bastó abandonar los oídos para escuchar la sonrisa infantil escapada del cuento; el susurro secreto de la felicidad; el grito de una nueva libertad. Eso escuche en él, en su voz, en su poder, en su hacer. Salí de mi cabeza, me alejé pero su mirada oscura, viva, intensa, me siguió. Me quedé muda y mis palabras se enredaron con el hilo dulce de la vida.


 
Badalona, 30 de mayo de 2013

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