LOS REYES MAGOS DE ORIENTE

Los Reyes Magos de Oriente,

Este año los Reyes Magos me han sorprendido cuando menos me lo esperaba. Llegaron a casa demasiado pronto, con sus cargados ropajes, justo llamaban al timbre cuando salía del baño. Sin vestido y con la espuma resbalando por la piel cogí el albornoz, y salí abrir la puerta. Y ahí estaban los tres, Melchor, Gaspar y Baltasar esperando en el umbral de la puerta, ataviados para la ocasión, perfumados de lima y mandarina, con una botella de cava, rosas rojas y una sonrisa bondadosa saltándoles por los labios: Hola, somos los Reyes Magos de Oriente! Dijeron al unísono. Todavía tengo peticiones sin cumplir del año pasado les dije un poco malhumorada. No quiero las políticas del PP, ni sus recortes, ni a sus dirigentes. No entiendo de economía pero la situación económica del país no mejora por más que algunos vayan proclamando que se estabiliza. No quiero la privatización de la sanidad pública. No quiero que haya niños desnutridos y abuelos desolados. No entiendo porqué todavía no han solucionado el problema de la corrupción y el blanqueo de capitales. No quiero que la juventud se vea obligada a abandonar su país y que sus sueños se vean torpedeados. Sólo desearía para el nuevo año la creación de nuevos puestos de trabajo, la mejora de la escuela pública y una mejor calidad de vida para todas las personas con algún tipo de discapacidad. Un Enero, un Febrero, un Marzo y un Abril activos, y a esperar que en Mayo se produzcan cambios importantes. La sociedad y la política. Las voces de la izquierda y la fortaleza de su historia. Los logros a conseguir. Los/as políticos/as auténticos/as. Las manos abiertas de los que actúan con honestidad. La ideología roja que siempre ha protegido los derechos sociales. La ciudadanía que sabe actuar, decidir y opinar. Un renacimiento, de la izquierda y sus valores democráticos. El Oro para que el amor, la justicia y la paz se extiendan en el mundo. El Incienso para que la fe, la solidaridad, el compañerismo, la fraternidad, se extiendan como aroma invisible entre los corazones. La mirra para salvarnos de todos los peligros conocidos y desconocidos. Y que ocurran cosas buenas, que las personas sean felices y sonriamos como cuando éramos niños. Pero bueno, mira con qué facilidad se me va el santo al cielo. Por favor no os quedéis parados ahí fuera, pasar a cenar y coger fuerzas que el nuevo año se presenta bastante ajetreado, así que es oportuno que empecéis esta noche el manjar con buen paladar. Badalona, 7 de enero de 2015

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