LA MALETA

Un cable invisible en la noche estirado entre él y ella. El cable tenso, la noche tensa. Se paró. Miró en dirección a la estación, detrás de la estación el mar, detrás del mar, el cielo, debajo del cielo, el infierno. Notó la angustia enganchada en la garganta, no pudo resistirse y giró la cabeza hacía atrás, hacia donde las musas esparcen embrujos. Y no vio o no quiso ver lo que sucedió en su interior. Todo se oscureció y todo perdió relevancia. Sintió miedo y quiso huir pero sus pies pesados como el plomo la sujetaron. Se miraron o se retaron, se retaron o se amaron. Y en ese efímero tiempo una lluvia preñada de intrigas le devoró el alma, y el plomo se transformó en nieve derretida. Cubierta con un mantel azulado de estrellas comenzó a caminar pero ya no era la misma. En el aire una palabra: cuídate. Llegó a la estación cargada con una maleta pesada.      @paraulesambaroma

Badalona, 2 de febrero de 2017

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