LA CAVERNA

Vuelo con alas ligeras que cuelgan de mi espalda; aires angelicales deslizan sus manos invisibles sobre los lunares de mi piel. Vuelo esquivando inclinaciones cargadas de propósitos endiablados, soles calientes redondos, aire modular esperando la presencia nocturna de faros remotos. Segundos robados en nocturnidades de escasos silencios.
Momentos de noche cercando sus ojos, sus ojos cercando mi curiosidad, mi curiosidad rozando el misterio. Son en esas horas donde el misterio adquiere para mí un valor poderoso, es consigna literaria de amor i belleza.
Y usted en la caverna, y usted envuelto en silencio.
Pero usted, hombre azul, me da mucho más que lo que cuentan hadas galácticas o duendes chiflados, me da lo que sueñan los dioses y tientan los demonios. Y mi energía creativa, mi éter sagrado se crece ante su voluntad, y las palabras aventureras avanzan alegres hacia las nubes.
Usted se enreda entre los mecanismos más complicados de la mente, de la belleza creativa. Y en ese territorio, sólo a usted veo. Lo veo en la caverna, parado, callado. Y su aroma se propaga como fuego por mis ojos, por mis cabellos. Cierro los ojos y viene su música, viene ahora una melodía, luego otra, y me sacude el alma, erizando mis sentidos. Lo escucho y me lleno con sus notas. Lo intuyo, lo palpo.
Usted, la única realidad que habita la caverna.    
@paraulesambaroma


Badalona, 28 de abril de 2017

Comentaris