LA MARIONETA
De un tiempo a esta parte la mente con sus complicadas
artimañas me domina, y soy ahora una marioneta vacía en sus manos, tejida de
virutas marrones. Pendida de hilos que mueven pies y manos tras el telón. Así quedé, trastocada,
desde que mi mente le cedió mis articulaciones y mis cuerdas. Y es usted, el innombrable,
el que desde las sombras acaricia los hilos de mi voluntad. Así permanezco,
elevada del suelo, a veces contoneada por el viento, otras por el aire de su roce
al pasar. Tal es mi vivir, tal es mi balanceo. Suspendidas entre hilos
invisibles que no puedo alcanzar. Soy tela, cartón o madera. Muñeca quieta y callada.
Tras las bambalinas me hablo a mi misma: muñeca de guiñol, risueña titiritera, guíñale
un ojo, hazle una señal, estira la cuerda de su pulgar.
@paraulesambaroma
Badalona, 5 de abril de 2017
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