ALIQUAM AROMATICA


Aliquam aromatica

¡Todo era naranja… naranja! No había nada más que naranja. En todas partes se veía naranja.
Naranja con toque de campanas, a la canela, al dulce de leche, a la crema. Naranja lineal. Naranja delgada, esquelética. Naranja de madera y de seda. Naranja blanda y musical. Naranja de lluvia, naranja con limón… llena de dulzor; de aroma; llena de historias, de poesía.
Naranja con una “n” pequeña, con una “n” minúscula, con llanto de niño, con chochez de vejez; medias lunas desmemoriadas, sin recuerdos de niñez.
Naranja trascendental, trascendentalita; naranja tibetana, espiritual. Naranja sacramental; con sus ostias y sus reliquias; con sus rosarios y sus rezos.
Naranja que enciende el despertador de los madrugadores, de los políticos, de los economistas, de los humoristas.
Naranja fantasiosa y naranja aventurera. Naranja vestida de blanco, naranja inocente. Naranja susurrante. Naranja ensangrentada. Naranja, naranja que es, simplemente, naranja. Naranja y calor…¡Y nada más que calor!


Badalona, 11 de marzo de 2015

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