SOÑAR
SOÑAR,
Sueño, luego existo. Miro el diccionario. Soñar: imaginar cosas o sucesos
que se perciben como reales mientras se duerme.
Neurólogos suizos han descubierto una región del cerebro implicada en los
sueños, y han podido comprobar que dejar de soñar no afecta a la salud. Hoy se
sabe que la persona tiene tres estados vitales: un estado de vigilia y dos
estados de sueño.
Yo creo que mis tres estados están regidos por el sueño. Por el día sueño
con una ciudad vestida de rojo, con flores de colores adornando sus cabellos,
con entradas de autopista alfombradas de verdad, con bibliotecas donde las
palabras te convidan a aprender, donde crece la cultura, donde hay puestos de
trabajo y hospitales con manos llenas de humanidad.
Esta noche he soñado contigo. Has pasado por mi lado y luego te has girado.
Tu chaqueta ya no tenía líneas verticales, en su lugar había lunares redondos.
Te las has quitado y las colocado con suavidad encima de mis hombros. Sentí que
se había roto la barrera de la indiferencia. De repente oí una música extraña y
tú desaparecías por arte de magia. Anoche soñé que era pirata, y que surcaba el
mar de una ciudad llamada Badalona; un romano con una copa de vino esperaba mi
llegada. Los sueños y la vida. Y la lámpara maravillosa. Un genio ha salido de
su interior a mi encuentro. Y me ha pedido que le diga tres deseos que jamás
podré desvelar. Un genio es una chispa de fantasía. Un genio es un rayo de fe.
Cómo brilla y canturrea e incita el aroma de mi vida, la magia de su risa, en
el sueño de la noche. Lámpara, el genio. La fantasía ese rayo de nocturnidad
somnolienta que acuna el viento de mis sueños. Callada en la oscuridad, sola, observo
mis sueños como si estuviesen acomodados en la gran bolsa que guarda mis dulces
caramelos de la felicidad
Me levanto corriendo para que no se escampen mis sueños, y desaparezcan,
uno a uno, entre nubes y cristales de hielo. Me levanto corriendo para cogerlos
y eternizarlos en el mar de las palabras con aroma.
Badalona, 5 de mayo de 2015
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