#FELIZ NAVIDAD 2013


La atmósfera de la navidad se carga de buenos deseos. Las palabras cuelgan en mi boca como las bolas brillantes en el árbol de la navidad. Hoy es 24 de diciembre, hoy es navidad. Hoy me bebo un tarro entero de muchos recuerdos, algunos buenos otros no tanto, algunos lejanos otros cercanos, también añorados otros soñados…, que han formado parte de éste, mí transitar. En esta noche especial siento cierto apego a recordar y veo imágenes de personas que ya no están y el deseo de otras, que espero puedan llegar. Cuando termino de absorber el último recuerdo se aligera el peso de mi bolsa roja existencial, pero no el de mi corazón.

Sin poder evitarlo una gota afligida salta del trampolín de mis ojos hasta deslizarse por el filo de mis labios. La sal que deposita desencadena lágrimas de tristeza por todas las necesidades e injusticias expandidas por el mundo. Lloro, es el llanto de manos congeladas por el frío, de sombras solitarias sin hogar, por sonrisas infantiles arrinconadas de calor y de ilusiones, por bancos sin depósitos de amor…, trágicos vagones fantasmas de un tren insolidario que no quiere avanzar en equidad, en justicia social, en manos unidas, en fraternidad, en libertad…

Un carruaje de oro y plata me espera en la calle mayor para llevarme al país de los sueños. La puerta se abre y entro en una pequeña sala. Me inunda la emoción y la curiosidad, como si estuviese a punto de abrir una caja de regalo repleta de mariposas de mil y un colores. Me asiento encima de un sillón acogedor de cuadros rojos, y cojo entre mis manos una bola de cristal donde bailando entre copos de nieves se puede leer: - “Yo te deseo una Feliz Navidad”. El tic-tac del reloj anuncia la media noche. Mi corazón acelera su frecuencia y el ritmo de la música del amor empieza a envolver las notas misteriosas de esta entrañable navidad.

Badalona, 24 de diciembre de 2013

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