POEMA DE NIEVE

Todo comenzó por magia. Una tarde helada de diciembre de 20.., cuando salía de clase de hip-hop, tropecé con una mirada fugaz. En la acera de enfrente, casi invisible, un hombre, con un saco rojo, recostado en un portal, silencioso y quieto, transformó mis palabras.


A vece me pregunto si podría haber evitado que mi mirada cruzase la acera, que mis ojos saltaran a su encuentro. Mis ojos, juguetones, castaños, grandes, inquietos y curiosos, descubrieron un rostro. Y el rostro se transformó en nombre, y el nombre en poesía.

Aquella tarde el tiempo se detuvo en la ciudad. ¿Quién era aquel hombre? ¿Por qué estaba allí? ¿A quién estaba esperando?

No lo sabía.

Pero presentí una cosa, una sola cosa, tierna y bella, y es que aquel rostro desconocido se convertiría en poema de nieve. Y así con la imaginación avivada por el recuerdo de su mirada, recorrí, el estrecho callejón de una ciudad, con el tiempo detenido entres mis manos, en las primeras horas de una fría noche de navidad.





Badalona, 23 de diciembre de 2013

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