EL JARDÍN DE LA SEDUCCIÓN


El lugar era tan perfecto que parecía diseñado con el único fin de seducir, de enredarte en su atmósfera sensual. Todo estaba extremadamente pensado, hasta el último detalle estaba cuidadosamente planeado. Nada se escapaba al azar. Mientras miraba aquel rincón idílico, me miraste fijamente y abriste la boca nada más que un milímetro. Intenté desviar mis ojos pero no lo conseguí y descubriste mi deseo resbalando por mis labios. Mi corazón intento disimular su estado de agitación cuando me acariciaste la mano, y entre jazmines, rosas y otras plantas tropicales me hiciste sentir la flor más deseada. El viento movió mis cabellos mientras tú llenabas mi copa con el brebaje de la pasión. La locura se adueño de mi razón y un deseo incontrolado se coló en mi ser haciéndome sentir aquella fuerte atracción.

El aire huele a naranja y a limón, a navidad y a nieve. Como olía aquella noche en el jardín de la seducción.



Badalona, 7 de enero de 2013

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