EL MAR DE LA IMAGINACIÓN

Dejaré pasar unos días para que las aguas alborotadas se calmen y entonces desde la placidez del mar en reposo nadaré entre palabras y, las convertiré en peces de colores que liberaré para que naden en tu mar mediterráneo. Y tú, marinero de agua salada, con camisa de rayas blancas y azules, me invitarás a subir a tu barca y recorreremos otros mares. Dejaré que la brisa acaricie mi rostro y olvidaré mi condición humana y me convertiré en sirena de mar. Navegaré y veré cambiar el color del mar: azul oscuro, verde o pardo; y tras las gafas de sol me daré cuenta de cada uno de tus gestos. Querré decirte tanto y las palabras nadarán a mí alrededor como delfines domesticados. Descubriremos un mar donde las palabras hablen y nos arrastraremos con ellas, un mar loco que llamaré quimérico océano. Navegaremos. Un largo día de julio y la luz del sol cegará nuestros ojos y quemará nuestra piel. Las rayas horizontales de tu camisa se convertirán en verticales, y por ellas, yo flotaré. Así de fácil es navegar por el mar de la imaginación.

Badalona, 23 de julio de 2012

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