SABOR MARTINI





















Hoy podría decirte que mis palabras tienen sabor a ti, pero no me creerías. Así que sólo te diré que mis palabras tienen sabor a Martini. Ese sabor aromático y mediterráneo que absorbo lentamente, degustando entre mis labios el sabor dulce de tu boca; derritiéndome entre cubitos de sueños y embriagándome con el néctar salvaje de tus ojos. Te veo tras el cristal de la copa, seguro y seductor. Me acercas la fragancia del limón, la naranja picante y el exuberante jengibre, en la copa helada de los deseos, y siento un cosquilleo que convierto en risa tonta, llena de gozo y valentía. Beber, beber y emborracharme de palabras colgadas en el aire, en los años, en tu oscura mirada. Mis dedos acarician el tacto delicado del cristal de bohemia y al hacerlo un escalofrió recorre mis entrañas llenándome de lunas cortadas como si fuesen trocitos de limón. Y es ese brebaje misterioso que flota en mi interior, el que te lleva y te atrae, con aroma de luz y sabor de melodía.



Badalona, 11 de julio de 2012



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